Son pocos los jugadores en el mundo que despiertan tanta admiración, lo vivimos en carne propia a principios de año, Ronaldinho visitó La Paz en la Copa Libertadores y Santa Cruz con la selección brasileña.
El movimiento que se generó en torno al 10 más carismático del fútbol mundial fue único, tenerlo cerca, no importa la experiencia o trayectoria del que lo tenga cerca, es toda una experiencia, nervios, emoción, al frente está un tipo que será uno de los más recordados de nuestro siglo por patear tan bien a la pelota y por que siempre tiene una sonrisa enorme, unas ganas de hacer las cosas bien y un ánimo de un crack completo.
Recuerdo aquel partido entre The Strongest y Atlético Mineiro que el Tigre casi se roba puntos de Minas Gerais, Jairsinho le mostró el respeto de todos con un gesto amigable y colorido, digno de aplaudir para los que amamos el fútbol:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=5bb8C6nZlSw[/youtube]Cuando Dinho dejó Barcelona para irse al Milán, volvió a Camp Nou para jugar la Copa Joao Gamper y el Barcelona la ganó por penales, Carles Puyol y todo el equipo catalán le regalaron la copa a Ronaldinho ante la sorpresa de todos, y del mismo Dinho:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=5TGQ96suErI[/youtube]No hay ciudad del mundo por donde haya pasado Ronaldinho que no despierte simpatía, admiración, cariño y respeto. Es de esos jugadores que si le puedes robar una foto, no la piensas dos veces.
La historia se volvió a repetir en Marruecos, el mundial de Clubes, luego de anotar un golazo con el que el Atlético Mineiro empataba con el equipo local Raja Casablanca, la semifinal del certamen, terminó perdiendo, con mucha amplitud los Marroquiés superaron a Dinho y los suyos, pero al terminar el partido, nada de gastadas, todos fueron directo al 10, a pedir hasta los zapatos de recuerdo:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=EY3IW2UdDkE[/youtube]Inédito, el equipo marroquí no se cambia por nadie, pero no podían dejar pasar la chance de llevarse el mejor recuerdo de su vida, un souvenir del mismo Dinho…
Que grande es este señor, hay que agradecer que compartimos el mismo tiempo de vida para disfrutar de la magia de Jar Jar Binks, de lo mejor que vi en la vida en una cancha de fútbol y también afuera de ella…