Luego de que los tres equipos de arriba sufrieran y aprovecharan de errores arbitrales en todo el torneo, llegó el momento caliente donde todo está bajo la lupa, y es cierto, los arbitrajes no han sido buenos en general en el torneo y ahora cada error queda más expuesto.
Fueron varios los partidos que dirigentes de los grandes paceños cuestionaron algunos arbitrajes que a entender de ellos favorecieron al Torito, minutos de adición extra, jugadas no cobradas en su contra, penales sancionados, etc. Pero Sport Boys hizo lo mismo observa las mismas cosas de los dos rivales al título.
El punto máximo de ebullición en las quejas de los clubes llegó tras el Clásico Paceño, The Strongest aseguró estar perjudicado por Gery Vargas e inclusó recusó -aunque ya no es posible ese recurso- uso una figura similar para pedir que no lo dirija más de acá al final del torneo. En el siguiente partido en Oruro el Tigre tuvo dos penales a favor, eso generó suceptibilidades de los dos rivales, Bolívar y Sport Boys, otro tema aparte, el Tigre no anotó ninguno, pero ya la polémica se estableció.
En Santa Cruz el Torito se quejó que el arbitraje de Raúl Orozco que “fue localista”, mientras que Bolívar el domingo Bolívar fue pitado por el mismo juez Cochabambino y reclaman el tiempo de adición, además de la posición adelantada de los cruceños antes del gol del empate en el minuto 96.
Todos apuntan a los que juegan sin hinchas, los árbitros que no han tenido un buen torneo, ahora deben soportar el triple de presión -esperemos que estén preparados para eso- los tres equipos que luchan el torneo tienen su peso específico, y es difícil pensar en una mejora sustancial en la formación de los jueces de acá al final del torneo, pero todos pedimos que los arbitrajes sean lo más sensatos, serios y justos posibles para todos, que no sean decisivos, que no terminen definiendo un título, simplemente que sean correctos.