Fue un torneo polémico el que terminó en 2015 por el tema del arbitraje, con muchas dudas en su entorno y ya sin Marcelo Ortubé en el cargo de la presidencia del la Comisión Arbitral de la Federación Boliviana de Fútbol. La labor de los colegiados está bajo la lupa de todos.
En Santa Cruz, se dio el error más grave de todos, José Jordán sacó una doble amarilla a Jenry Alaca de Blooming y no lo expulsó. En la planilla, según explica Jordán, figura Cristian Coimbra con una de las amarillas, pero en ningún caso el zaguero estuvo cerca de la acción en ambas maniobras.
En Tarija se dio la otra polémica grande, Milton Maygua se animó a decir que “le robaron el paritdo”, es que el juez Joaquin Antequera invalidó la jugada que significaba el tercer gol del equipo Chaqueño -sobre el final- y cuando el asistente Rolando Arteaga convalidaba el gol. Acá estuvo bien Antequera, si bien hubo una intención de correr al centro de Artega luego del gol, el juez pitó inmediatamente después la jugada e invalidó todo. El arbitro tiene la última palabra y en esta estuvo acertado.
Por último los penales sancionados en Oruro, contenido por Mustafá, por el juez Raúl Orozco fue bien cobrado, en Sucre, Gery Vargas se comió un penal para la U -no cobrado- y hubo una acción sancionada para Real. Y volviendo a Santa Cruz, Jordán no vio un penal claro y grosero contra Blooming, un mal cálculo de Diego Bejarano que terminó derribando al delantero en el área.
En resumen, errores graves, el de Jordán con la doble amarilla, el resto, se los puede adjudicar al concepto y criterio del juez, mientras que en Tarija, Antequera actuó correctamente ante la jugada más discutida en el Sur.