El jóven defensor, jugó su octavo partido del campeonato, dos lesiones consecutivas en ambos tobillos lo alejaron del equipo y hasta se pensó que se perdería el certamen.
Alcanzó a recuperarse rápido y reapareció en Santa Cruz ante Oriente Petrolero. Diego Bejarano es uno de los tres jugadores de la cantera más queridos con Chumacero y Soliz, quizás el que menos reconocimientos ha tenido en su carrera, pero el más prolijo y ordenado de los tres.
En el Siles tuvo su revancha, jugando el partido más importante del campeonato, ya recuperado, anotó su primer gol, el más importante, ese que desequilibró todo en la tarde de la definición.
Un cabezazo en el primer palo que nadie, ni el defensa lila esperaba y a gritar Tigre campeón, porque casi en simultáneo llegaba el gol en Potosí de Nacional.