NIZNHY NOVGOROD. Nos fuimos de la ciudad que más veces visitamos, Niznhy fue la primera y la última sede que visitamos en este Mundial, y con cuatro visitas realizadas, luego de conocer otras sedes, y el intercambio de conceptos con varios colegas que visitaron más sedes, coincidimos, Niznhy es una de las ciudades más desplazadas de
esta Copa del Mundo.
Se nota en su transporte, en su limpieza, en su propia estética, la ciudad fue readecuada para ser sede de la Copa del Mundo, el metro es nuevo y casi insulso para los locales, el propio Google Maps no lo reconoce aún, y su estadio está en la zona más alejada de la ciudad, muy nuevo, lejos del centro pero bien planificado.
Luego está el centro de la ciudad, con un atractivo principal, su Kremlin y una peatonal que une la única estación del metro que cruza el río Volga para llegar a esa zona, o cerca de ella. De ahí, dos o tres cuadras más allá, hacia el lado opuesto al río, te das cuenta de que la ciudad es un polo opuesto a Moscú, con transporte viejo, con espacios verdes descuidados, y muchas cosas que nos hacen dar cuenta que el Mundial para Niznhy fue un suceso único.
Para nosotros fue un lugar difícil de olvidar, allá pasamos muchas cosas, desde subirnos a un camión desconocido para llegar a una dirección inhóspita, hasta vagabundear al rededor de la terminal como tantos hinchas, dormir donde pudimos, eso también es una parte del Mundial. Sin embargo nada quita que la disfrutamos, aunque vimos resultados que nos dolieron, nos permitió crecer, profesional y personalmente. Ahora volvermos a Moscú, allá esperaremos el final de la fiesta.