Hugo Ayaviri, el alpinista boliviano, ha emprendido su viaje a Nepal con un objetivo monumental: escalar el Everest sin oxígeno suplementario. Este desafío forma parte de su ambición de conquistar los ‘14 ochomiles’, las montañas más altas del planeta que superan los 8.000 metros de altura.
Tras su salida de Bolivia a fines de marzo, Ayaviri ha llegado a Nepal, donde se une a otros alpinistas en la preparación para el ascenso. Su expedición cuenta con el respaldo del Programa de Desarrollo del Deporte Competitivo (Prodecom) del Viceministerio de Deportes y la Federación Boliviana de Ski y Andinismo.
La aclimatación es crucial en la estrategia de Ayaviri. El proceso de rotaciones, que implica ascender a diferentes alturas y regresar al campo base para recuperarse, es esencial para adaptarse a la altitud extrema. Aunque la fecha exacta del inicio de la expedición aún no está definida, Ayaviri y su equipo se preparan meticulosamente para el momento adecuado.
El alpinista no estará solo en esta aventura, ya que se estima que unos 300 alpinistas de diversas nacionalidades también buscarán llegar a la cima del Everest en estos días. Ayaviri forma parte de una expedición con alrededor de 40 personas, lo que le brinda un respaldo técnico y humano importante en esta empresa.
La expedición no solo es un reto físico sino también estratégico, comparado por Ayaviri con una partida de ajedrez. La elección del momento para ascender depende de las condiciones climáticas y la ‘ventana del tiempo’, un período favorable para el ascenso.
El paso final hacia la cima del Everest, conocido como el paso Hillary, es particularmente desafiante debido a la congestión y los riesgos asociados con el frío extremo. No obstante, Ayaviri también tiene la intención de escalar el Lhotse, otro de los ‘14 ochomiles’, sin oxígeno.
Ayaviri, quien ya ha conquistado cinco de estas cimas, busca seguir sumando logros a su destacada carrera y convertirse en el primer boliviano en lograr conquistar las dos montañas más temibles del mundo.
