Messi es un jugadorazo, sin duda alguna, pero estuvo lesionado y no brilló como en años anteriores, ni en el Barça ni en la selección argentina.
Ribery, es un gran jugador, nadie lo duda, pero no es un jugador determinante, es, más bien, un gran operario con un poco más de habilidad que sus compañeros en el Bayer de Munich y en la selección francesa.
Cristiano Ronaldo, un gran jugador, ni duda cabe, quebró sus propios records, se colocó el equipo en la espalda y fue decisivo en las grandes conquistas. En el Real Madrid y en la selección portuguesa.
Consecuencia obvia, lógica: El Mejor Jugador de Fútbol de 2013.
Por lo tanto, el Balón de Oro está, con mucha justicia, en buenas manos.
