Ernesto Cristaldo fue el mejor jugador del equipo de Villegas, que creaba poco, y a pesar que tenía a su eje en el campo de juego, la tarde parecía cerrada en Oruro para el Tigre…
La salida de Pablo Escóbar fue la gran noticia de la tarde, se va lesionado (?), nos preguntábamos todos, pero el mismo capitán nos aclaró al irse que no, el no pidió el cambio y salió por decisión del DT. Entró Chavez para correr por izquierda, Ríos jugó por derecha y al medio quedó Ernesto Cristaldo, como un “10” a la vieja usanza, sumándole despliegue físico fue el hombre manivela del equipo, “El capo en ese puesto el Pablo, pero no es algo que yo desconozca” decía al terminar el partido el paraguayo.
Autor del gol en el último minuto, ejecutó con mucha precisión el penal en el minuto 90 del partido, le puso algo de fútbol al triunfi atigrado, pero por sobre todo le devolvió eso que le hacía falta a este equipo, recuperar el espíritu, o como dicen en la sur, ganar a lo Tigre…
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