El Arena Pernambuco de la ciudad de Recife, fue testigo de lo que en teoría sería el partido menos llamativo de la jornada. Si bien el compromiso no llegaba con grandes luces, las pocas figuras que tienen ambos seleccionados hicieron del cotejo un partido de ida y vuelta.
En los primeros minutos, Costa de Marfil sin su mayor y principal figura Didier Drogba quien se encontraba en el banco de suplentes por disposición del técnico Lamouchi, fue quien intentó con mayor certeza llegar al arco rival. Sin embargo, fue Japón el que sorprendió y con un zapatazo de zurda sobre 16 minutos de comenzado el partido, Honda ponía en el ángulo lo que sería el 1-0.
El primer tiempo transcurrió de esa manera, con un Japón sin mayor sobresalto y con un Honda que se estaba consagrando parcialmente como figura.
Para la segunda mitad, la visión del estratega francés que dirige el seleccionado africano, apuntó al ingreso de Drogba sobre 62 minutos del compromiso, siendo la presencia del delantero la que cambiara totalmente el rumbo del partido. Dos minutos después de la variante, Costa de Marfil emparejaría el encuentro con un cabezazo de Wilfred y solo dos minutos después, nuevamente de cabeza sería Gervinho el que ponga el 2-1 definitivo.
Los poco más de 40 mil asistentes deleitaron de un partido que brillo sin mucha cartelera, recibiendo una cátedra de cómo un jugador como Drogba, sin interferir en ninguna de las jugadas de gol, podría valerse para cambiar la historia con solo estar presente demostrando su hegemonía dentro del campo de juego.
-LAS CLAVES DEL PARTIDO-
1. La participación de Honda. El japonés tomó las riendas del partido y abrió el marcador para su seleccionado cuando eran los africanos los que ganaban en posibilidades. Durante el tiempo que Japón estuvo en ventaja, Honda fue el conductor del equipo.
2. Sólo dos minutos. Cuando aún los japoneses estaban tratando de reorganizar la defensa tras el ingreso de Drogba, Costa de Marfil aprovechó la incertidumbre y solo dos minutos bastaron para dar la vuelta al marcador.
3. Nagatomo y Kagawa. Siendo de las figuras mas representativas de Japón, los jugadores del Inter y Manchester United respectivamente, parecieron desconcertados en el partido. Las estrellas japonesas no estuvieron a la altura de las exigencias de la competición y dejaron todo el trabajo a Honda a quien no le alcanzó para retener la victoria. De haber tenido una noche inspirada para ambos, el final pudo haber sido distinto.
-LA FIGURA-
Toure Yaya. El mediocampista de Costa de Marfil fue el cerebro del medio campo para los africanos. Con su temperamento, fue el ordenador del plantel y encontró su mayor exposición con el ingreso de Drogba.
El jugador del Manchester City, quien a sus 31 años juega su tercera copa del mundo, es uno de los jugadores más importantes que ha tenido el seleccionado marfileño a lo largo de la historia.
-LO BUENO-
El ingreso de Didier Drogba bastó para cambiar la historia. Transcurrían 62 minutos del compromiso cuando el entrenador Sabri Lamouchi mandó a la cancha al jugador del Galatasaray. Se notó el empujón anímico que esta variante causó en el plantel africano.
Dos minutos después del cambio, Costa de Marfil igualó el marcador e inmediatamente marcó de nuevo dando la vuelta al marcador.
Para Drogba, puede ser su último mundial ya que el delantero cuenta con 36 años pero no es razón para dejar de ser el máximo exponente de ese seleccionado.
-LO MALO-
La desconcentración de Japón le costó caro al seleccionado asiático. El equipo de Alberto Zaccheroni ganaba con lo justo y así terminó la primera mitad.
Japón tuvo varias ocasiones para poder aumentar en el marcador, sin embargo fueron dos minutos en la segunda parte donde Costa de Marfil aprovechó el susto de los japoneses tras el ingreso de Drogba y cambió totalmente la historia.
– GOLES-
1-0 | 16 minutos | Honda (Japón) definió de zurda al ángulo derecho del portero.
1-1 | 64 minutos | Wilfred (Costa de Marfil) de cabeza.
1-2 | 66 minutos | Gervinho (Costa de Marfil) cabezazo bajo.