(Jorge Gonzalez) . Conocidos los grupos para la Copa Mundial de Fútbol Brasil-2014, comienzan las conjeturas respecto de si ésta o aquella selección fueron más o menos beneficiadas.
A rigor y a principio, solamente Brasil podría ser considerado favorito por los varios factores que envuelven el torneo: climáticos, de localía, público propio, presión y, sobre todo, la necesidad de no repetir el Maracanazo de 1950.
Es natural también que el último campeón, España, deba ser considerada candidata al título, pero, sinceramente, creo que la poca renovación de su selección le puede jugar una mala pasada, si tomamos en cuenta que todas las otras selecciones igualmente con currículo para campeonar (Alemania, Inglaterra, Italia, Holanda, Francia, Argentina y ojo con Portugal y Rusia) pasaron por sendas reingenierías futbolísticas y llegarán a Brasil con gente nueva deseosa de mostrarse para el mundo.
De los países africanos, Camerún y Gana pueden sorprender, a no ser que Costa do Marfin y Nigeria mejoren sustancialmente.
Por su lado, Uruguay, Chile, Ecuador y Colombia, de no surgir una mezcla de calidad técnica con la fuerza europea de sus jugadores o que aparezcan (dudo, por el tiempo que falta) nuevos valores capaces de desequilibrar, serán candidatos a llegar, como máximo, a los cuartos de final. Sin embargo me animo a decir que Colombia y Chile (más éste) tienen con qué pretender avanzar un poco más.
Costa Rica, Honduras, México y EEUU, son típicos países que, por la fragilidad del fútbol centroamericano, siempre están presentes en las copas, lo que impide un análisis más objetivo.
Las selecciones que no fueron nombradas, en la humilde percepción de este bloguero, serán simples figurantes.
Obvio que, como suele acontecer en el fútbol, sorpresas pueden aparecer. Ojalá.