Este domingo, ante The Strongest, Wilstermann jugará su primer partido oficial en el estadio Municipal de Sacaba, que albergará todos sus encuentros de local mientras el Félix Capriles se pone en condiciones para los Juegos Suramericanos del año entrante.
Este escenario deportivo, que supo recibir la visita de Bolívar durante su inauguración allá por el 2013, fue modificado especialmente para cumplir con los requerimientos de seguridad de la Liga, y para darle comodidad al equipo Rojo (que todavía no quedó conforme).
Ahora, cuenta con una cancha de 110×75 (comenzó siendo de 102×70, pero se adaptó para asemejarse al terreno del Capriles), enmallados de seguridad, camerinos nuevos, cabinas para la prensa deportiva, casamatas en los sectores este y oeste (para adaptarse al horario de los partidos), y más ingresos para el público.
La parte negativa para el Hércules cochabambino, al menos en lo económico, radica en la escasa capacidad del que será su nuevo hogar. Para el partido ante los atigrados, apenas 6200 entradas fueron puestas a la venta, a un precio de entre 20 y 60 bolivianos, dependiendo del sector.
En lo deportivo, por otro lado, un tema muy recurrente en el transcurso de la semana fue el mal estado del césped; sin embargo, desde The Strongest no hubo ningún pero, y a Wilstermann no le queda otra alternativa más que adaptarse.