Dentro del desarrollo del fútbol de nuestro país, es habitual que vivamos dentro de estereotipos, en los cuales el factor entrega (¿a qué?) sufre un emparejamiento sin fortuna, con la palabra “huevos”. Esta se da en referencia a una forma de intentar conseguir un esfuerzo o una entrega mayor a la que un equipo o jugador esta mostrando.
Así y analizando el concepto de todo esto, no es mas que una salida o expresión tribunera, en la cual por desgracia se ven involucrados gran cantidad de entrenadores, usándola como una habitual salida o justificación ante el mal funcionamiento colectivo o individual de sus equipos.
Por otra parte no podemos proceder sin realmente identificar el contexto habitual de esta expresión, ya que como dijimos anteriormente -esta palabra tiene un fin en términos de “entrega” o “carácter”- los cuales por mala interpretación son relacionados al juego brusco, al contacto físico con mayor fuerza, etc.
Todo esto es atribuido a una aparente “valentía”, terminando por hacer creer al jugador que es mas valiente o tiene mas carácter por ir a trabar una pelota al piso, o imponerse ante una determinada situación de contacto y otro factores más. Sin embargo, si bien esta claro que el contacto físico es una parte más del juego -en la cual también se necesita recursos para poder imponerse (cargas, entradas, etc)- no podemos dejar que se le siga atribuyendo el contexto de un juego tan rico (probablemente el que mas variantes de todos los deportes tenga) a una acción tan elemental y poco justificada como “la falta de huevos”.
De este modo es necesario cuestionarnos sobre el origen de todo este contexto tan caótico e innecesario que atenta contra la verdadera esencia del juego. Es probable que dentro de un desarrollo de juego poco organizado o tan aleatorio como el que muestran la mayoría de los equipos en nuestro país en las distintas categorías (desde fútbol profesional, torneo de reservas, y divisiones menores), el juego se torne muy espontáneo, generando una incertidumbre muy grande (mayor a la habitual) por lo que por naturaleza humana es lógico que se busquen argumentos, con o sin sentido, para tratar de encontrar respuesta a situaciones las cuales se salieron de control.
Así y bajo un punto de vista personal pero justificado con ejemplos totalmente verídicos, es importante aclarar que la mayor entrega, coraje y rebeldía en el fútbol, debería estar relacionada con las ganas de interpretar una idea, de ser protagonista, de tratar ir al ataque con argumentos, de perder un pelota y tener el carácter para volverla a pedir, aceptando que el error es parte del juego y que solo lo mejoramos mediante situaciones de entrenamiento. Todo esto es mucho mas complicado y requiere mayores condiciones psicológicas que las famosa palabra “huevos”.
Para terminar me gustaría citar un ejemplo practico de lo expuesto anteriormente y aunque por desgracia no tenga relación directa con el fútbol de nuestro país, si la tiene y con gran trascendencia con el de nuestro continente. Independiente de Avellaneda, equipo dirigido por Ariel Holan, la pasada semana en el partido a disputarse contra Flamengo, puso a exposición la determinación de carácter y esa tan ansiada valentía para jugar al fútbol, eso si, jugando un buen fútbol, arrastrando al rival mediante el juego, con coraje entrega e ideas, sin pegar patadas, sin intentar salirse de contexto, sin imponer poner “huevos”, pero sobre todo embelleciendo este deporte. A continuación les dejo un pequeño video de este ejemplo practico.
Por ultimo expreso una cordial disculpa por el contenido vulgar de la palabra huevos, sin embargo es necesaria expresar tal y como se la emplea para así poder entender realmente la situación.
