Los eSports nacen de los videojuegos y, al igual que estos, hay eSports que son muy variados. Los géneros de MOBA, FPS, RTS, JCC y simulación son los más habituales en los deportes electrónicos, con League of Legends, CS:GO, StarCraft II, Hearthstone o FIFA entre sus principales representantes, respectivamente. Hay otros géneros que no tienen tantos seguidores, como es el caso de los fighting game o incluso los plataformas, que crean el espectáculo alrededor de la competición en los speedrun. Hasta el Tetris, que es un juego de puzles, tiene competición.
De la misma forma que no se entrena igual al fútbol que al baloncesto, los eSports cuentan con entrenamientos específicos para cada juego. Hay características que suelen ser comunes, como son los reflejos o la coordinación mano-ojo, aunque también tienen gran importancia otras dotes no tan físicas, como el liderazgo, el trabajo en equipo o mantener la calma en situaciones de tensión. En definitiva, cada juego es un mundo diferente.
La mayoría de jugadores te dirá que es echarle horas, pero para llegar a lo más alto, además de entrenamiento en el juego, hace falta entrenar otros puntos importantes. En el caso de los FPS, el AIM o puntería es la principal. Con CS:GO tienes que conocer el retroceso que tienen las armas y su dispersión cuando disparas, pudiendo mantener la ráfaga en el punto que tú quieres. También tienes que tener en cuenta la diferencia de disparar andando. Todo esto se entrena practicando la carencia y aprendiendo a base de repetición.
Si quieres acertar con una AK-47, lo mejor es que cojas un punto de la pared en una partida personalizada y tratar de dar todos las balas en el punto. Una vez hayas probado un par de veces, hora de enfrentarte a la realidad en una partida contra otros jugadores o, si lo prefieres, previamente contra bots.
En el caso de FIFA es muy útil conocer los comandos del juego y aprender cómo se mueven los jugadores y cómo disparan a puerta. Si además sabes algo de fútbol podrás aplicar algunas tácticas que funcionan en la realidad, algo que los profesionales siempre han destacado cuando hablan de su relación con el deporte rey.
Por último, en League of Legends también se busca el mejorar en las mecánicas, ya sea farmeando súbditos, utilizando el destello o sabiendo utilizar las habilidades de tu personaje y moverte en la dirección correcta. Aunque estas cosas se puedan mejorar con horas de partidas, hay otras formas de hacerlo a través de algunos minijuegos que se centran únicamente en clickear con el ratón y pulsar los botones de habilidad. Esto nos ayudará a tener una mayor soltura a la hora de jugar. Incluso podemos hacerlo cuando esté cargando la partida, así ya estaremos listos cuando los súbditos se generen.
Estas pautas suelen ser para mejorar como jugador, pero luego hay que tener en cuenta que el verdadero valor que aportan los equipos profesionales es la capacidad de coordinarse a la perfección y sacar el máximo partido a las mismas herramientas que tenemos el resto de jugadores.
