Pasaron diez años para volver a ver la tricolor en el octágono más importante del mundo, José Chicho Medina volvió a flamear la bandera boliviana en su debut en la UFC ante el norteamericano Zachary Reese, y aunque fue con derrota, la bomba que sonó en su ingreso – y que es un hit mundial – fue un preludio de que Chicho será un tema para hablar en el mundo de las artes marciales mixtas.
Es que Medina tenía enfrente a una máquina de noquear rivales en menos de tres minutos, verlo aguantar todo lo que aguantó en el primer asalto y luego verlo reírse, desafíar al norteamericano en Las Vegas y encima querer ganarle con un par de zurdazos y agarres, fue conmovedor.
El corazón del gigante Medina, conmovió a todos en la UFC, incluso a Reese que no entendía qué pasaba, le había pegado con todo en la zona hepatica, en la cabeza y lo puso al suelo muchas veces, pero nada cambiaba la sonrisa de Medina, que además de pelear, disfrutaba su momento.
Reese tuvo que cambiar de plan, al ver que el boliviano era de hierro fue por el plan B, agarrarlo para evitar que Medina le pegue y le de vuelta la historia. Así ganó Reese por puntos y una decisión unánime en tres rounds, pero el trofeo de Medina está en que el mundo sabe, que hay un boliviano en la UFC que aguanta todo tipo de golpes y que no se rinde y encima, te arma una fiesta con La Bomba de Azul Azul.
