El goleador de Oriente Petrolero se estrelló con el arbitraje. En una conferencia de prensa, el jugador habló del mal momento que pasa el arbitraje boliviano.
Castillo contó en tono de chiste que no saludó al árbitro en el último partido por el temor a que le saquen la quinta amarilla. Es que se explayó contando lo mal que se sienten varios jugadores viendo las malas decisiones en varios partidos, pero cerró con una dura frase: “Todo lo que dice Aguilera es cierto, los que manejan los árbitros son los dirigentes”.
Esa frase, es la que le costará una demanda de la Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol, enviaron una queja formal a la Federación, para que el jugador presente una prueba puntual de lo que dice en cinco días, caso contrario, será demandado en el Tribunal de Justicia Deportiva.