Se marcó historia en las cuatro principales categorías del American Iris Open Bolivia, pues todos los campeones nacieron en el país. No fue nada fácil, tuvieron que sobrepasar a los mejores del mundo en encuentros más que apasionantes por el nivel mostrado. A pura fuerza de voluntad, magnificada por el apoyo de la gente, el Complejo de Sarco vivió jornadas de fiesta entre el sábado y este domingo.
Conrado Moscoso se convirtió en el primer boliviano en ganar un gran slam gracias a la gran victoria ante Rocky Carson, el número 2 del mundo. El primer set el estadounidense presentó su mejor nivel (6-15); para el segundo, el juego se equilibró y de perder el título, Moscoso alargó la tensión (15-14); en el último el chuquisaqueño brindó un espectáculo y terminó postrado en el suelo por la emoción, fue un 11 a 2 que decretó el triunfo.
Por su parte María José Vargas, boliviana que ahora representa a Argentina, frenó en seco a Solís; no decepcionaron, ya que la final se definió en cinco sets 11-8, 10-12, 11-13, 11-3 y 11-9; números que muestran lo duro que fue el partido. Sin importar su actual nacionalidad, el público festejó el título y ella agradeció de la misma forma.
La jornada del sábado no se quedó atrás. En la Final Dobles Masculino, Moscoso y Roland Keller celebraron su primer campeonato en un gran slam. Fue un doble 15-9 para derrotar a la dupla norteamericana conformada por Carson y Felipe Camacho. Dejaron de lado el cansancio por los partidos que disputaron durante todo el torneo y sacaron fuerzas para consagrarse ante los favoritos.
Antes del encuentro de la pareja nacional, el primer gran logro lo consiguieron Vargas y Natalia Méndez al vencer nada más ni nada menos que a Solís y Rhonda Rajsich con sets de 15-8 y 15-11. Las campeonas se hicieron fuertes en su tierra, además con la experiencia en los Suramericanos se afianzaron para alzar los trofeos de la categoría.
Desde el miércoles hasta este domingo ya se había hecho historia por ser el primer gran slam que se desarrolla en el país. Campeonato que se cerró con broche de oro, mostrando al mundo el nivel de los y las atletas. La gente que cada día coreó y alentó a nombre de toda Bolivia recibió la mejor recompensa, las copas en las cuatro principales categorías.
