Bolívar y The Strongest se vieron las caras por primera vez en el 2024, pero el gran ganador fue el espectador que llenó el Hernando Siles. Se apabullaron a goles. Si bien la Academia se adelantó con la categoría de sus jugadores, el Tigre con su garra supo reponerse hasta igualar en la adición. El Clásico Paceño acabó 4 a 4 en un espectáculo deportivo por la tercera fecha de la Copa Paceña.
Ambos bandos derrocharon un gran nivel de fútbol en diversos momentos, cuando en esos fueron superiores los catapultaron con goles. Bolívar intentó ser superior desde el primer minuto, se acomodó mejor al principio y lo capitalizó en el minuto 22. Ramiro Vaca metió un centro desde la esquina, los jugadores Atigrados se deseordenaron y Francisco Da Costa cabeceó de tal forma que ni la reacción de Guillermo Viscarra fue efectiva.
Más allá del golpe, The Strongest casi de inmediato devolvió el golpe. Al 29, Michael Ortega de tiro libre se avivó rematando directo al arco y al abrirse la barrera Carlos Lampe solo pudo rozar la pelota dentro su arco. Muchos aficionados del Tigre recordaron gratas y eufóricas alegrías con el “10” como protagonista de remate directo a balón parado.
Sobre el final del primer tiempo, Bolívar concretó un contrataque letal. Lampe jugó rápido, Bruno Sávio avanzó rápido hasta filtrar en el momento ideal el esférico, Xico quebró líneas, mandó un centro rasante y Ramiro frente a la portería reventó las redes. El VAR tardó en decidir, pero el árbitro señaló el centro del campo.
Por eso el Tigre saltó al segundo tiempo con otra energía, mas la Academia estiró la diferencia. La agilidad mental de sus futbolistas hizo que los Celestes celebren un tanto de mucha calidad. Otra vez Sávio pasó a Da Costa, engañó al rival al hacer el ademán de remate, pisó el esférico asistiendo de taco, Carmelo Algarañaz metió una diagonal perfecta y disparó cara a cara con el arquero para la algarabía de Bolívar.
En el minuto 62, Pablo Lavallén cambió a Joel Amoroso y Daniel Rojas por Rodrigo Ramallo y Leonel López. El cochabambino en su primer toque con la pelota, gracias a un pase del mexicano, la cruzó de tal manera que fue el segundo descuento de The Strongest. Fue la primera muestra de que iba a dar pelea.
A los 74, otro tiro de esquina terminó siendo a favor de Bolívar. Se produjo una serie de rebotes, la pelota pegó en el brazo de José Sagredo, le quedó a él y con tiro al ras del césped convirtió el cuarto tanto alegrando a todo el entorno bolivarista. El VAR llamó a Jordy Alemán y luego interpretó que no había intención, así que convalidó el gol.
Todo parecía sentenciado o al menos de esa forma lo tomó la Academia. El Tigre en el Clásico sacó su típica cualidad. Su garra le permitió resucitar. En el primer minuto de adición, Renzo Orihuela que construyó una muralla pifeó un pase rival y Luciano Ursino con el espacio suficiente anotó el tercero. Con el argentino-boliviano, el Clásico Paceño volvió a reanimarse.
Bolívar se desorientó y pagó caro. Otra arremetida Atigrada dejó a Enrique Triverio en el área grande, disparó y con el desvío en Bryan Bentaberry desató la algarabía de The Strongest Tras una opción más para los Celestes, el juez decretó la igualdad. El Clásico Paceño acabó en repartición de puntos con ocho goles, producto del gran nivel de los dos equipos.