Bolívar solo optó por golazos para ganar a Libertad Gran Mamoré

Sin mucha exigencia, Bolívar festejó en el Hernando Siles con goles vistosos y momentos especiales.
Foto: Agencia Marka Registrada

La noche de este viernes fue atípica para Bolívar. Le bastó momentos de inspiración e intensidad para ganar por 3 a 0 a Libertad Gran Mamoré por la vigésima cuarta fecha de la Liga Tigo. La Academia sin mucha exigencia dio la impresión que solo optó por golazos para sumar de a tres; a eso solo se sumaron momentos especiales, luego todo fue un trámite cancino.

Ni bien inició el partido, la presión fue efectiva. Saucedo y Rodríguez acorralaron a Gil, el mediocampista recuperó y Pato desde el borde lateral del área clavó la pelota en el ángulo del segundo palo al cumplirse el minuto de juego. Por otro breve momento, Bolívar mantuvo la intensidad provocando dos palos y dos grandes intervenciones de Vaca.

De pronto, la presión y el conformismo se apoderaron de la Academia. Fue recién en el último minuto de adición de la primera parte que otra recuperación de balón permitió a Pato controlarlo por más de 10 metros y al cruzarse con el arquero le cambió el palo de manera sutil. Hasta la celebración fue tranquila, Bolívar aseguró el triunfo.

Viviani con molestia hizo dos cambios minutos después de la media hora. Beñat también tuvo que meter al sub-20 para el segundo tiempo, Paz sustituyó a Bejarano. Pese a los intentos, el local perdió poder ofensivo y se vio afectado aún más con un desafortunado pisotón de Algarañaz. Con asistencia del VAR, el árbitro le mostró la roja.

A los 77, Bolívar encontró calidad y precisión en una jugada colectiva. Villarroel terminó filtrando el esférico, Sávio evadió al portero y al siguiente toque marcó el tercero. Eso elevó los ánimos de los aficionados locales.

Con todo definido, 4 minutos después se dio un acontecimiento más que especial. Leonardo Viviani con el pelo rapado fue llamado por Beñat, saltó a la pista de tartán, se dió un abrazo con su padre, director técnico de Gran Mamoré, y entró al césped en lugar de Vaca. Debutó con el primer equipo de Bolívar. Al final, la gente volvió a despedir a los jugadores a una voz: “Sí se puede”. El entorno Celeste pone la mira en la Libertadores.

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