El Félix Capriles acogió otra soberbia batalla deportiva entre Bolívar y Aurora, en las tribunas la gente también estuvo a la altura. Al final, el partido de manera agónica fue para el Equipo del Pueblo, pero la serie y la fiesta, para la Academia. De esa manera, el Celeste de La Paz con mucho sufrimiento ganó la guerra y clasifica a la Final de la Copa Tigo. Está en una nueva pelea por un título.
Bolívar manejó el primer tramo del encuentro con intensidad y presión. Aurora despertó llegando con peligro en su primera intención al arco, José Miguel Segovia probó de larga distancia y exigió a Carlos Lampe. Casi de inmediato, Luis Paz tuvo una ocasión clara al librarse de dos marcas y solo frente a David Akologo definió mal.
El resto del tiempo inicial fue más parejo. Jair Torrico y Ronnie Fernández en dos oportinudades provocaron los ataques más claros. Sin embargo, el despliegue de ambos fue extenso, por lo que el cansancio también se acumulaba. En los últimos minutos, Mauricio Soria sacó a Óscar Vaca por lesión y a Segovia por ganarse una amarilla e incluyó a Ramiro Ballivián y al sub-20 Ariel Flores.
Para el segundo tiempo, Aurora se fue con todo, comenzó a ahogar a Bolívar que intentaba emparejar otra vez el juego del balón. No obstante, a los 58, Fernando Saucedo se ganó la segunda amarilla por un empujón a Serginho. De repente, la Academia cambió de plan y se dedicó a administrar la diferencia lograda en el partido de ida construyendo una muralla defensiva, solo que sin reacción ni poder ofensivo.
De ahí en más fue un monólogo del Equipo del Pueblo. Se intensificó la batalla. Oswaldo Blanco, René Barbossa y Jair Reinoso tuvieron en sus pies el primer tanto, pero no lo concretaron. En el minuto 77, después de docena de centros al área ineficaces, Jair abrió la cancha, Serginho recepcionó, metió el centro al área, Lampe calculó mal y Barbosa metió la cabeza batiendo la línea de sentencia. La serie había revivido.
Las tribunas eran fiesta de uno y otro lado. Cánticos de “Sí se puede” y a favor de Bolívar alentaban y encendían más la batalla. Nicolás Ferreyra y Bryan Bentaberry eran los más aguerridos de la resistencia de la Academia. Sebastián Zaracho y Reinoso lograron superarlos, pero Lampe se reiluminó reaccionando de manera óptima.
En los últimos minutos, Amarilla también se ganó la segunda amarilla dejando con 10 a Aurora. El desgaste también se sintió. Los jugadores estaban exhaustos, pero no paraban de batallar. Fueron más de 100 minutos. El pitazo final fue un llamado a la paz, aunque Bolívar celebró la clasificación, mientras los otros lloraban la eliminación.