Bolívar y Wilstermann comenzaron dando un espectáculo en el partido definitivo de la Copa Tigo, pero tomaron muy enserio la batalla en cancha hasta llevarla a una contienda física en el Gramado y en las tribunas. Francisco Da Costa de forma agónica con su gol abrochó el campeonato de La Academia con otro triunfo y desatar la fiesta Celeste en el Hernando Siles.
El primer tiempo fue totalmente abierto con oportunidades para uno y otro, Bolívar no se arrinconó, se fue con todo al ataque y en esa intención Wilstermann supo generarle peligro de contra. Carlos Lampe y Arnaldo Giménez fueron exigidos de diversas maneras. Hubo muchos momentos de alta intensidad con idas y vueltas.
En esas intenciones, Ariel Nahuelpan, Gabriel Villamil, Nicolás Ferreyra y Ramiro Vaca tuvieron las más claras. En la recta final de la etapa, Wilstermann logró enfriar el encuentro en pro de ahorrar energías de cara al tiempo restante. Bolívar cayó en ese ritmo.
El complemento empezó con el mismo trajín lento y lleno de imprecisiones. Pese a eso la Academia se aproximaba tímidamente, aunque la defensa visitante se impuso la mayoría de las ocasiones. En el momento de fragilidad de Wilstermann, Bolívar encontró la gloria. A los 87, Ramiro Vaca metió el centro, Xico se elevó e impactó de cabeza.
La afición local estalló en júbilo. Da Costa respondiendo a lo sucedido en Cochabamba mostró su camiseta a la gente visitante. Acto seguido, Rodrigo Amaral desperdició un ataque y mandó la pelota a la barra de Bolívar. Eso desencadenó otro episodio reprochable de la Final. Fue una pelea campal que acabó con las expulsiones de Pipo, Bryan Bentaberry y Jonata Machado.
Robson tuvo que cumplir la función de arquero. El árbitro dejó jugar unos instantes más y pitó el final del encuentro. Era una fiesta el Siles con la mayoría de afición de Bolívar, la minoría cometía desmanes o sufrían las cargadas de Bolívar. Es el primer campeón de la Copa Tigo.