Pasó otra tarde celeste. Bolívar tampoco falla en la Liga Tigo. Pese a un susto en la recta final del primer tiempo, impuso su intensidad y su ritmo a puro golazo. Terminó venciendo a Guabirá por 3 a 1 en el Hernando Siles superando e impidiendo que sus propias adversidades lo compliquen.
Bolívar arrancó el compromiso con una sincronía digna de las mejores orquestas musicales. En los primeros segundos, tuvo sus primeras oportunidades. Ramiro Vaca era el cerebro del juego local. Fue él quien abrió el marcador a los 18 minutos. Después de una serie de pases, se deshizo de su marca, se abrió espacio y de fuera del área grande sacó un soberbio remate clavando la pelota en la esquina inferior del fondo del arco.
Mantuvo el ritmo intenso por unos minutos más, incluso generó otras opciones claras,pero todo cambió cerca de la media hora. Supayabe cedió el esférico a Abastoflor, este hizo una diagonal, la defensa lo dejó avanzar y de pronto disparó empatando el partido gracias a un mal cálculo de Carlos Lampe. De ahí en adelante, Bolívar perdió la confianza y la precisión.
El entretiempo fue importante. La Academia recuperó su intensidad para el segundo tiempo. Esta vez la primera que tuvo la concretó. Tras un despeje, Uzeda recibió el balón, metió un centro con un ángulo horizontal perfecto y Sagredo solo se inclinó para cabecear.
Guabirá no tuvo reacción, fue anulado por su rival. Por casualidades del fútbol, cuando la visita tuvo una oportunidad clara de gol, el local contestó con otro golazo. Justiniano abrió por izquierda y Algarañaz casi de la esquina del área grande metió la pelota al ángulo. Luego el juego se tornó de ida y vuelta hasta que se produjo el pitazo final.
Bolívar momentáneamente acorta diferencias con el primer puesto a tres puntos y está a dos del segundo. El plan de Marcelo Claure catalogado como “La Remontada” sigue en pie sin fallas. Guabirá pese a dar pelea se queda sin nada y se complica en la tabla del punto promedio.
