Noche gris para Aurora en Brasil, no pudo ante la contundencia de Botafogo y se despidió de la Copa Libertadores. La fórmula del Fogão estuvo compuesta por velocidad, precisión e inteligencia, suficiente para dejar atrás a cualquier intención del cuadro boliviano.
Desde el tiempo inicial la idea del local fue encontrar la comodidad del resultado que en la previa se mostraba en equilibrio. El primer golpe fue a los 3 minutos, Tiquinho arrancó por la derecha, envió un centro que Jefferson Savarino no pudo definir y al segundo palo apareció Júnior Santos para concretar. Cualquier respuesta en Aurora nació desde Oswaldo Blanco y Serginho, aunque la defensa rival estuvo ordenada.
La intensidad de Botafogo no se apagó, sin importar cualquier jugada adelantada, su cuenta se amplió. El segundo llegó a los 15, Tiquinho recibió el centro desde la derecha y en un par de tiempos conectó con las redes. Aurora intentaba recuperarse pero el tercero lo hundió, corrían los minutos de adición y Savarino la colocó en el ángulo ahora aprovechando los espacios por la banda izquierda.
La llave estaba firmada, aunque algunas cuentas en el campo quedaban pendientes, así lo comunicó el local en el segundo tiempo. El camino volvió a ser abierto por Júnior Santos, recibió el pase en profundidad de Tiquinho a los 52 y la mandó a guardar. La atención a cualquier error en la defensa de Aurora fue determinante y de este modo llegó el quinto a los 69, Nelson Amarilla la perdió en salida, Tiquinho ingresó al área, intentó definir y sobre la línea la tocó Santos que estuvo inspirado.
El último fue a los 81, Janderson disparó con potencia, David Akolologo no pudo controlar y Júnior Santos anotó su poker en la victoria más amplia en la historia de Botafogo por la Copa Libertadores. De esta manera se terminó la presentación internacional de Aurora, dejó en el camino a Melgar en este retorno a la Gloria Eterna luego de 15 años, aunque le faltó mayor jerarquía para seguir avanzando.