Muchos factores incidieron para que el Rojo se reencuentre con la victoria ante apenas un puñado de espectadores: la partida de Thomaz Santos, las bajas de varias de sus figuras, su pésimo presente en el torneo de la Liga e incluso las condiciones climáticas, que no eran las mejores.
Porque no es usual ver que un partido internacional en Cochabamba –que, además, se reencuentra con la Conmebol Libertadores tras seis años– ante tan poco público (8000 personas, siendo generosos). En ocasiones similares, el Capriles estuvo repleto.
Sin embargo, el respaldo del poco público presente se hizo sentir en el momento más complicado del partido, cuando los tucumanos se pusieron en ventaja. Y en cuanto Wilstermann se dio cuenta de que, a pesar del poco fútbol que desplegó, podía quedarse con los tres puntos, lo hizo.
¿Y los protagonistas? Tres de los futbolistas más resistidos por la hinchada: Cardozo, Álvarez y Cabezas. El tarijeño volvió a mostrar la precisión que lo dio a conocer, el cruceño le dio movilidad al ataque del equipo y se reencontró con el gol, y el colombiano cumplió con el gol de la victoria.
Para seguir con la levantada, necesitarán el respaldo de sus hinchas. Ahora, su objetivo es salir del fondo de la tabla en el torneo de la Liga para llegar de mejor manera a los partidos que definirán su futuro en el certamen internacional. Sus chances de clasificar están intactas.