Aunque en el Chaco boliviano no lo entienden, el joven jugador se la jugó, a la negativa del permiso del entrenador Milton Maygua, Carmelo decidió partir a Santa Cruz. Se fue con sus recursos para llegar a la delegación que emprendía viaje a Miami.
Se la jugó, bien al estilo de los jugadores que le gustan a Baldivieso, su equipo debe pelear el descenso, pero él encontró una oportunidad que al empezar la temporada, cuando se fue cedido de Oriente a Petrolero, no imaginó.
“Estoy muy feliz, me sorprendió que fuera tan violento todo, pero siempre tuve la confianza de estar en la lista, es un orgullo para mi, haré todo lo posible para estar siempre por mi país, es lo máximo para mi”, dijo el jugador llegando a Viru Viru.
Viajó toda la noche por tierra, llegó a las corridas al aeropuerto cruceño y se sumó al último grupo de la Selección que integraban sólo personeros del cuerpo técnico y prensa, fue el último en ser convocado y el último en llegar, y aunque en Petrolero hay enojo y asumen que renunció al club, el jugador apuesta a soñar en grande, y Oriente Petrolero, que sigue siendo su club lo respaldó a través de las redes sociales.