Cristiano Ronaldo volvió a encender la alarma para Porgugal: tras ausentarse en dos de los tres amistosos previos a la Copa del Mundo, no terminó el entrenamiento de este jueves y salió a un costado de la cancha visiblemente disgustado para ponerse hielo en la rodilla izquierda.
El delantero se entrenó con el resto de sus compañeros durante unos 15 o 20 minutos, haciendo estiramientos y otros ejercicios, pero no participó en el trabajo con pelota. El lunes, Portugal abre el Grupo G ante la poderosa Alemania.
Más tarde, ante la difusión de las imágenes, la Federación portuguesa dijo que el vendaje fue sólo por precaución.
Después de ponerse hielo, hizo nuevos estiramientos y firmó algunas camisetas para aficionados antes de ir a sentarse al banco. Cuando se fue de la cancha, tenía hielo en la rodilla.