Desacierto (1): Cambiar de estrategia está bien, es bueno adecuarse a las circunstancias, pero echarse para atrás no. Portugal amenazó con un esquema ultra ofensivo y horas antes del cotejo se desanimó y cambió el planteamiento. Esto en lugar de desorientar al rival lo hizo con sus propios jugadores. Tremendo abismo existía entre un mediocampo luchador y recuperador pero que no sabía administrar a los tres delanteros que tenían que retroceder varios pasos para hacerse del balón.
Desacierto (2): Esconder a Lizio en el banderín del corner, los mejores momentos de Bolívar en el primer tiempo se vieron cuando Lizio trajo el balón desde el medio campo y alimentó el juego de Juan Carlos Arce y William Ferreira, claro ejemplo es el primer gol de la Fiera.
Desacierto (3): No escuchar a la prensa, luego de la goleada en San Pablo se dijo que el punto de desequilibrio fue la punta derecha por donde se ubica Eguino, ayer Portugal volvió a regalar el flanco derecho a un Cortez y un Osvaldo que en dos segundos le sacaban 5 metros de ventaja.
Desacierto (4): Las marcas en el corner de Sao Paulo, poner a marcar a Walter Flores a uno de los mejores definidores brasileros, Luis Fabiano, hasta parece un despropósito. Es inexplicable.
Acierto (1): Leonel Justiniano desde el vamos, el más regular del equipo durante todo el partido recuperando balones y distribuyendo de manera correcta, le faltó personalidad para encarar al arco de Rogerio Ceni.
Acierto (2): El cambio de actitud viene desde el banco. Sale otro Bolívar en la segunda etapa, con mayor actitud gracias a los cambios realizados, Cardozo y Yecerotte dándole velocidad, buen pie y llegada en conjunto a un equipo que se había limitado al pelotazo durante toda la primera parte.
Acierto (3): Luego de sacrificar a Yecerotte haciéndolo transitar toda la punta derecha, el ingreso de Maygua le dio la oportunidad de encarar el arco contrario, liberó a Cardozo para que se haga del balón y así Bolívar tuvo mucha más llegada.
Acierto (4): El cambio de mentalidad. Del típico derrotismo boliviano, lamiendo las heridas antes de tiempo; a la vergüenza deportiva defendiendo el amor propio a pesar de la adversidad.
El rival: Anoche presenciamos de manera gráfica la diferencia entre fútbol de primer nivel y el fútbol boliviano, más allá de los millones de dólares, las infraestructuras y la competitividad están los procesos y el trabajo diario. Un claro ejemplo son las jugadas preparadas para los laterales (quien en Bolivia se va imaginar hacer jugadas para sacar laterales, ¡por favor!) sin mencionar el juego en conjunto y la capacidad de cada jugador. Eso está por encima de los grandes presupuestos, el trabajo mental, físico y técnico-táctico de cada jugador es parte de un proceso de trabajo serio, consciente y con objetivos claros.