Tres hombres vinculados a la actividad deportiva por mucho tiempo, aceptaron el desafío. Tito Montaño como ministro, Carlos Borja y Marcelo Ortubé como sus inmediatos colaboradores, tienen ahora la difícil misión de poner en práctica lo que seguramente muchas veces reclamaron a los dirigentes de turno.
La tarea no es fácil, pero confiamos que personas apasionadas como son por las manifestaciones musculares, puedan poner en marcha ese motor dormido en nuestro país por muchos años.
Casi en forma inmediata a la designación de los dos últimos, estos han pasado a figurar entre los más requeridos por los medios televisivos, tratando de conocer planes y objetivos de las nuevas autoridades, pese a que luego de las designaciones es prudente esperar unos días para advertir los verdaderos aportes que pueden brindar a una afición que recibió los nombramientos con verdadero optimismo.
En las primeras declaraciones no se ha enfatizado en el tema, pero creo que muchos esperamos que el trabajo este encaminado fundamentalmente a brindarle a las categorías inferiores un verdadero respaldo. Ese que casi permanentemente se le ha negado, porque pocos piensan en una tarea a mediano y largo plazo, probablemente porque temen que al no tener resultados inmediatos no sean merecedores de los aplausos que muchos buscaban recibir.
Por eso mismo hago votos porque ahora se haya encontrado a las personas que con esa visión nos permitan soñar con un mejor futuro a despecho de que no existan elogios inmediatos. Esto no significa que se olviden el presente, donde también en necesaria una tarea efectiva para enfrentar con mejores posibilidades los compromisos asumidos, como son entre otros, los Juegos Odesur y la Copa América de Fútbol que se cumplirá en Chile el 2016.
El reto es sin duda muy exigente, pero hay confianza en que al aceptar el mismo, las nuevas autoridades estén dispuestas a poner todo su esfuerzo en busca plasmar en realidad lo que hasta ahora ha estado solo en el discurso demagógico. Confiemos en que todo cambie.
