No fue el mejor partido de Bolivia, los errores de siempre stuvieron, la ausencia de una idea de juego desde el banquillo también volvió a rondar, pero esta vez jugaron las individualidades, y Bolivia logró un histórico empate a dos goles en Paraguay por dos ráfagas de jerarquía con Martins y Céspedes.
Sí, leyó bien, dos ráfagas de jearquía aparecieron en Bolivia, es que Justiniano, Saavedra, Arce, Céspedes y Martins armaron una buena sociedad, a pura individualidad, y sin una clara idea de juego, sin presión, sin salida coordinada, era pura individualidad arriba y nerviosismo atrás. Por eso, por los nervios en la defensa llegaron los dos goles paraguayos de Angel Romero y de Romero Gamarra, pero para Bolivia aparecieron los experimentados y los hombres de buen pie para nivelar un partido que pudo terminar para cualquiera.
Bolivia empató, y es un resultado histórico, más no decisivo, suma un punto, sigue en el fondo de las eliminatorias, pero al menos compitió, a puro amor propio pudo plantarse a jugar un partido de igual a igual en condición de visitante, y aunque estamos ante el peor arranque de Eliminatorias de la historia, hoy Bolivia sumó un punto y un goleador histórico, el punto se lo cargó en las espaldas de Marcelo Martins , el mejor boliviano en Asunción marcó un hito en su carrera y en la historia del fútbol boliviano con sus 21 goles con La Verde.