Desde el próximo año, las competencias sudamericanas de clubes organizadas por la CONMEBOL adoptarán un nuevo formato. A diferencia de las pasadas ediciones, los dos torneos principales, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, pasarán a ser anuales, y a jugarse paralelamente.
Los cambios fueron ratificados este lunes en una reunión donde estuvieron presentes los presidentes de todos los países afiliados, y ya es un hecho que se harán efectivos.
Entre las principales novedades, resalta la ampliación de plazas en la Copa Libertadores: habrá seis más, cinco serán distribuidas entre Brasil (2), Argentina, Colombia y Chile, y la restante será para el último campeón de la Copa Sudamericana; que, por su parte, contará con diez plazas adicionales, que se llenarán con los ocho mejores terceros de la fase de grupo de la Libertadores y los dos mejores equipos de la fase pre-clasificatoria (repechaje).
De cualquier manera, ninguna de las modificaciones afecta de manera directa a los equipos nacionales, ya que se mantendrán los siete cupos internacionales por temporada (tres a la Libertadores y cuatro a la Sudamericana). El único cambio será que, de ser eliminados prematuramente de la Libertadores, podrán tener una segunda oportunidad en la Sudamericana.