Pasa la tormenta generada por derrotas internacionales y todo parece seguir por inercia en el fútbol boliviano. Seguramente después de jugar con Perú en el cierre de la eliminatoria o cuando veamos a una sub-15, que aparentemente llega sin grandes objetivos al sudamericano que se jugará en nuestro país, volveremos a sacudirnos de la modorra que nos está anquilosando.
La dirigencia volvió a anunciar hace unas semanas –porque los nuestro no se cuenta por días—que muy pronto se iniciaría el torneo paralelo que permitirá tener activos a los jugadores de categorías inferiores que siguen mereciendo escaso apoyo.
Pero como este es un anuncio reiterado al comienzo de cada temporada sin que haya responsables de poner en práctica el proyecto, lo probable es que concluya este 2013 sin novedad alguna.
Con directivos que no demuestran tener planes de cambio en ninguno de los frentes, parece que llegó la hora de que desde esferas gubernamentales surja alguna conminatoria para cumplir con las obligaciones asumidas en las reelecciones poco convincentes, por la que tanto trabajaron los directivos de élite.
Cuidado que los aires de intervención van soplando cada vez con más fuerza desde hace tiempo, pero mientras no haya un anuncio oficial frente a esa posibilidad; Federación de futbol, Liga Profesional y Asociación Nacional que son responsables de todas las programaciones, seguirán disfrutando de esta especie de vacación bien remunerada, mientras el futbol boliviano sigue en descenso sin control alguno.
A grandes males, grandes remedios aconseja una expresión popular. Lo lamentable sería que esos remedios no tengan un estudio responsable adecuado, para asegurarnos que el antídoto no sea más dañino que el mal que se pretende curar.
Este es un post de Opinión y Late! no es responsable de su contenido, el autor es el único responsable de lo vertido anteriormente
