Fue una tarde insólita en el Santo, el equipo lejos de estar pensando y preparando el partido ante Wilstermann, estuvo trabajando en las ventanillas del estadio, recolectando lo vendido para cobrar algo de lo que les debe el club.
La situación que se hizo desesperante, deribó en un éxodo de jugadores, Delio Ojeda ya se fue, antes de jugar el domingo partió enojado con cuatro meses de deuda, se declaró jugador libre. El mismo camino quieren seguir Juan Carlos Robles, Augusto Andaveris, y ya lo hizo Abel Méndez, aunque este si rescindió de mutuo acuerdo.
San José logró cobrar 151.056 bolivianos, esa cifra la dividieron entre todo el grupo. Si bien la recadación fue un poco más que eso, los gastos administrativos, si debieron pagarlos con la dirigencia. El resto se fue a la bolsa de los jugadores que necesitaban dinero para irse a sus distritos. La mayoría no quiere saber de volver con cuatro meses de deuda, y el Nacional B se hace un nuevo destino para varios.