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Van dos partidos que Bolivia ha jugado en esta ronda de Clasificatorias a Rusia 2018, y en ambos hubo algunas dudas, que es cierto no influyen de manera directa y proporcional a las derrotas boliviana, pero sistemáticamente dejan algunas cosas que desear.
Baldivieso lo dijo en el Siles tras el juego con Uruguay, “Se deben resolver los problemas dirigenciales para evitar este tipo de arbitrajes contra Bolivia”. Y quizás tenga razón, en Ecuador Sandro Ricci no fue demasiado severo con Pedro Quiñonez, un jugador que tuvo por lo menos 25 minutos gratis en el Atahualpa.
Una fuerte entrada contra Veizaga y Galindo, merecía cuando menos la amarilla, pero Ricci no lo amonestó, inmediatamente después, el mismo Quiñonez cortó una maniobra clara de ataque boliviano con una mano intencional, podemos discutir si fue dentro del área o no, pero de que fue mano intencional y es amarilla, no es discutible. El juez tampoco lo amonestó, si era gol de Jhasmani en lugar de ir al travesaño quizás no recordemos la jugada pero le perdonaron la vida.
Quinteros leyó lo mismo que nosotros, lo sacó del partido, ingresó Cazares en su lugar, es que Quiñonez ya tuvo más de 20 minutos de jugar de regalo, y es que Ricci, es cierto no influyó en la derrora -aunque cobró un penal dudos- pero ya era el segundo gol, igual que Pitana que sancionó una falta rara, pero ya era el segundo gol, no culpamos al arbitraje, solo nos preguntamos si quizás Baldivieso tiene razón en esto de que mejor solucionar los temas de fondo antes de seguir lamentando estas injusticias sistemáticas.
