La línea está clara, el perdonazo a Vidal fue el mensaje de Sampaoli a sus dirigidos, “seamos campeones, no importa nada más”, fue el mensaje tras el perdonazo al delito cometido por Arturo.
Y claro, varios de los jugadores captaron el mensaje, Gonzalo Jara fue el reflejo, se aprovechó de un mal momento de un colega y le aplico una de las más viejas fórmulas anti fair play del mundo, literalmente le metió el dedo por el trasero al delantero que terminó reaccionando mal y se fue expulsado por el arbitro Ricci, que dicho sea de paso fue malo.
Cabe recordar que en las pasadas Clasificatorias el defensor de la Roja ya tuvo una jugada muy parecida ante los mismos rivales, aunque en esa ocasión el protagonista fue Luis Suárez. En aquella instancia Jara pudo ser sancionado por oficio, algo que finalmente no ocurrió. Ahora habrá que esperar para ver qué pasa.
Por ahora Chile sigue en pie, sigue en camino, llegó a semifinales luego de 19 años, pero el costo social a las formas que están aplicando ya son elevados, un DT permisivo, un rey que perdió la corona, una sociedad que olvida a cambio de resultados y un defensor que pasó la raya -literalmente- de los códigos entre colegas.
“Hay que ser campeones, no importa el precio”, el mensaje fue claro, y así lo están viviendo los chilenos, si no es ahora ¿cuándo?, se preguntan, cuidado que al forzar demasiado las cosas terminan por romperse.