La baja de Neymar no sólo le supone a Brasil perder a su mejor jugador, sino a un líder en el campo y al hombre que asume la responsabilidad de echarse el equipo a la espalda cuando el partido se complica.
El seleccionador brasileño, Dunga, estará forzado a introducir cambios en el once titular y a adaptar el juego del equipo, que hasta ahora giraba exclusivamente en torno a su principal estrella y que se atascó siempre que los marcajes atosigaban a Neymar.
Sin la referencia de Neymar dirigiendo el juego, Dunga planea servirse de un único delantero, Roberto Firmino, escudado por un media punta rápido y habilidoso como Phillipe Coutinho, quien se perfila como el sustituto del ’10’ de Brasil, y dos extremos muy abiertos.
Uno de ellos será Willian, que podría jugar por la derecha o por la izquierda, en función de quién sea el otro elegido, ya sea Douglas Costa o Robinho.
Los jugadores brasileños encaran el partido con la máxima seriedad, por la presión que supone la necesidad de la victoria para garantizarse la clasificación en un Grupo C que está totalmente empatado a tres puntos y por la oportunidad que supone la baja de Neymar para que otros sean protagonistas sin la sombra del astro.
El equipo de Dunga iniciará el partido con el siguiente onceno: Jefferson; Daniel Alves, Thiago Silva, Miranda, Filipe Luis Fernandinho, Elías, William, Phillipe Coutinho, Douglas Costa o Robinho y Roberto Firmino.
Fuente: Mundo Deportivo