El capitán celeste fue el encargado de recibir la Copa en sus manos, y desde ese momento se adueñó de la misma, no quiso soltarla más, se la llevó, se la ofrendó a su gente, se llenaron sus ojos de lágrimas y festejaba una vez más con Bolívar.
Flores, fue uno de los jugadores que más sintieron la frustración de Potosí, y por eso tenía su propia revancha, “No podíamos dejarlo pasar una vez más, es un orgullo estar acá, Bolívar es lo más grande y lo mejor que me paso en la vida”, le decía a Late! visiblemente emocionado minutos después de terminar el partido.
Para Flores, este título llega a sus 36 años y es el cuarto en su carrera, todos los ganó con Bolívar, en 2009, 2011, 2013 y ahora 2014.