El primer gol del Clásico llegó en un momento en que el equipo de Achumani estaba con 10 jugadores en cancha.
Marco Paz estaba fuera del campo de juego siendo atendido por el doctor Victor Ameller, sucede que sufrió un gran corte en la cabeza en un choque con Nelson Cabrera.
Cuando Paz comenzó a ser atendido en el borde del campo, el cuerpo médico del Tigre no tenía los elementos necesarios para lograr cortar la hemorragia y recurrieron al cuerpo médico del rival para pedir ayuda, pero Bolívar no pudo encontrar lo que pedía el rival. Paz fue simplemente vendado e ingresó de nuevo al campo.
Joaquín Antequera lo amonestó, y no se percató que la venda seguía teniendo mucha sangre, pasaron algunos minutos y recién le pidió que salga, mientras era atendido en esa segunda ocasión, llegó el gol de Tenorio que explotó ese espacio vacío. Paz quería volver como sea, pero Luis Irusta -el cuarto arbitro- no le permitía, porque la sangre seguía saliendo a través de la venda.
Obviamente el gol generó mucho enojo en Paz y su cuerpo médico, pero el tiempo le dio la razón a Irusta, cuando terminó el primer tiempo, Paz tenía nuevamente la venda ensangrentada y tuvo que lanzarla al césped enojado y siendo recriminado por los rivales por ese accionar.
En el entretiempo, otra vez el cuerpo médico recurrió al de Bolívar y ahí recién pudieron prestarle el material para cortar definitivamente la hemorragía y que Marco Paz juegue el segundo tiempo.
