Estaba a punto de iniciar el partido y los hinchas uruguayos -minoritarios- en el Maracaná, coparon la acústica del lugar con un grito, “Suárez, Suárez… Suárez..”, estremecedor.
Máscaras en todos los hinchas, el rostro de su goleador en las tribunas, esa figura fue replicada en todo Uruguay, tres millones quisieron ser el nueve por unos segundos, transmitirle a sus jugadores esa bronca e impotencia ante la sanción.
Los jugadores charrúas, si sintieron la ausencia de su goleador, Forlán, Abel Hernández, todos los que entraron no fueron capaces de olvidar al nueve, y aunque el Maestro no lo haya querido admitir, la defensa por Suárez terminó desgastando, el castigo terminó golpeando al grupo y aunque la gente hizo un poquito de Suárez no alcanzó para Uruguay.
