Querido por sus compañeros, respetado por los más grandes, amigo de todos en el grupo, y uno de los jugadores más admirados en Colombia.
Explota su nombre en el Mundial Brasil 2014, James Rodríguez, es la figurita que nadie tenía en el Mundial, pero que terminó siendo la más lujosa en el término de la primera ronda, se volvió hasta holograma en los octavos de final y ya el Maestro Tabarez, lo puso a la altura de Diego, Messi, Neymar.
James con cinco goles se puso solito entre las coleccionables, es por ahora el goleador del Mundial por encima de Muller, Messi y Neymar. Con solo 22 años es de lo mejor, si no el mejor jugador que hemos visto en Brasil 2014 y como dijo su entrenador, él lo asume, con la responsabilidad que amerita ser la gran fugura del Mundial.
Antes de iniciar el partido en el Maracana, la FIFA en su sitio web, lo anunciaba como el mejor jugador de la primera fase según algunos parámetros, el colombiano sumaba una puntuación de 9,79, guido del croata Ivan Perisic (9,74) y del brasileño David Luiz (9,69). El índice estadístico creado por la FIFA tiene en cuenta, entre otras cosas, la eficacia en el remate, los pases acertados y las asistencias de gol.
Ahora le suma un GOLAZO, con palabras mayúsculas, sin dudar, sube al podio entre los mejores del Mundial hasta hoy. James David Rodríguez Rubio, lleva el número diez, esa que por tanto tiempo vagabundeó sin dueño desde que el Pibe Valderrama la guardó en el armario. Ahora llegó el tiempo, el mismo legendario jugador colombiano afirmó tras la clasificación a cuartos de su país, que James es el heredero que tanto esperó Colombia.
Rodriguez ya no es más la “joven promesa” de las inferiores, jugó los mundiales sub 17 y sub 20, llegó a la cúspide con 22 años y un futuro brillante, ganó el torneo Argentino con Banfield, el portugués con Porto, ahora pelea en Mónaco la liga de Francia.
James se puso la amarilla de Colombia por primera vez ante Bolivia en La Paz, fue el 11 de octubre de 2011, ese día Colombia iniciaba su camino a Brasil 2014, quién diría que el muchacho que debutaba iba a terminar siendo la gran figura del Mundial, tres años después es el jugador de la gente, lejos del glamour del resto.