El estadio del FC Unión Berlín de la capital alemana se transforma estos días de mundial en el salón más grande del mundo, con más de 750 sofás y una pantalla de 700 pulgadas (17,8 metros) para ver los partidos como en el living de su casa.
Sofás, sillones y butacas se apoyan en el césped del estadio Alte Försterei que abrió sus puertas para que los gustosos del mundial puedan disfrutar de manera única de todos los partidos de este Mundial 2014.
Los asientos, llevados por los propios espectadores, se decoran con una mesa y una lámpara que sí colocaron los organizadores. Este gigantesco salón se inauguró con el partido entre Brasil y Croacia el pasado jueves y se mantendrá abierto durante todo el Mundial.
Según el diario alemán berliner Morgenpost el capitán del Unión Berlín, Torsten Mattuschka, que seguía el partido que se salió 3 a 1 a favor de Brasil, aseguró desde la tribuna que el estadio se veía “muy bonito”, y un fan, en bata, dijo que “por fin se sentía como en casa”.