Cuando la pantalla enfocaba a Lionel Messi y su equipo, segundos antes del debut albiceleste contra Bosnia, comenzó a sonar el tema que Rodrigo le dedicó a Maradona y estalló el Fan Fest. “Olé, olé, olé olé. Diego, Diego…”, cantaban todos como si fuera el segundo himno de los argentinos.
El domingo la fiesta fue de ellos, mientras que ayer el amarillo de Brasil fue el color que predominó en la playa de Copacabana, donde la FIFA instaló una pantalla gigante que transmite todos los partidos.
Los Fan Fest se crearon en el mundial de Alemania (2006) y hasta ahora son uno de los eventos más populares que se realizan durante la Copa del Mundo. En Brasil son toda una sensación, más si se considera lo elevados que están los precios y la escasez de entradas. Para el juego de Argentina en el Maracaná, la gente acudió con mil dólares en la mano y no pudo conseguir ni un boleto. El Mundial, no es ninguna novedad, no está alcance de todos y por eso la mejor opción en tierra carioca es ir a estas fiestas públicas.
Con menos de tres dólares la gente puede comprar un vaso de Coca Cola o de cerveza Brahma. El ingreso es libre y en el interior del Fan Fest hay juegos, atracciones y un shopping con una gran cantidad de merchandising futbolero. Desde peluches de Fuleco hasta vinos.
El sábado, varios millares de uruguayos se quedaron con las ganas de festejar por la derrota de su equipo frente a Costa Rica, mientras que los colombianos bailaron hasta cansarse por la victoria de su selección. En los entretiempos y durante la previa a los partidos, DJ’s y conjuntos de danza animan la fiesta con sambas y música electrónica. Después de la victoria colombiana sonaron varias cumbias para el goce de los hinchas que llegaron desde Medellín, Bogotá, o Cali.
Ayer aterrizó en Rio de Janeiro la conocida “Marea Roja”, la barra que sigue al equipo chileno a todas partes del mundo. Ingresaron a la playa con petardos y tambores mientras los brasileños y mexicanos eran devorados por los nervios debido al empate que sus selecciones sellaron. Al final, un mexicano con traje de mariachi entonó “Ay Jalisco no te rajes” y varios otros mariachis acompañado por un pequeño grupo de compatriotas que lo acompañaban enloquecidos por el buen resultado del Tri frente al dueño de casa.
Los bolivianos son muy pocos, pero están presentes en la fiesta. Se mezclan entre los muchos otros latinoamericanos que decidieron arriesgarse y viajar a Brasil sin paquete turístico ni entradas. Un día bailas cumbia, otro día cantas el temita de Maradona y al día siguiente te abrazas con los mexicanos que celebran enloquecidos. Con unos vasos de cerveza y los partidos en pantalla gigante, es imposible pasarla mal. Fútbol y playa. Si existiera el paraíso debe ser algo así.
Boris Miranda / Rio de Janeiro, especial para Late!