La historia es simple, Argentina ganaba 1-0 con un gol en contra de Bosnia desde el minuto dos y luego de eso nada, no pasaba nada en el campo para los de Sabella.
La fiesta estaba en las tribunas, canciones usualmente dedicadas al Fla en Río de Janeiro, terminaban con el fuerte grito de “¡Bosnia!”, los brasileños que pudieorn ingresar al Maracana, invadido por argentinos pusieron su cuota al show, a cada cántico “gaucho”, la respuesta “brasuca”. Un espectáculo.
Ya en el segundo tiempo la gente “local” del Maracaná decidió dedicarle el mismo soundtrack que a Dilma en el inaugural, “Ey Messi, vai tomar no cú”, algo que por acá tiene un significado bastante “fuerte”. Hasta ese momento Messi había sido indiferente al juego y la misma gente Argentina había sido indiferente a Messi. Pero justo, justo en ese momento de explosión de los brasileños, apareció la versión de Lio, es que hace goles increíbles, anotó el segundo, lo gritó con el alma -como pocas veces se lo había visto- su gente, se sumó al grito de Messi, ovación con brazos que le hacía reverencia, y comenzó el nuevo tema del verano “Que de la mano de Lio Messi toda la vuelta vamos a dar…”.
Los brasileños lograron hacer lo que el mismo Messi no pudo, hubo una comunión jugador hinchada en Argentina, como pocas veces se vio, pasó en el inició del Mundial y a pesar de que luego Argentina terminó sufriendo más de la cuenta por el gol de Ibasevic, Messi comenzó con buen pie el Mundial para la Argentina que ahora sí, cree que ya canta su himno, como el Maracana que cantó por Messi.
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