El equipo que dirige Stephen Keshi se mide a Irán con la misión de sumar los tres primeros puntos que le den la chance de posicionarse pensando en una futura clasificación para octavos.
Pese a no contar con grandes estrellas, como Oliseh o Finidi George como en Francia 1998, o Yekini en 1994, el combinado africano está liderado por el jugador del Chelsea John Obi Mikel, acostumbrado a ser una roca cuando es bajo el mando de Mourinho.
Otros jugadores como Moses, Emenike o Ameobi se suman a la lista que encabeza Mikel con el objetivo de lograr la mejor actuación nigeriana en los mundiales, que significaría alcanzar los cuartos de final.