Me estoy riendo a carcajadas. ¡Pero cómo no me voy a reír, si el mosquito payaso acabó con el Aedes Aegypti y les dio a todos un ataque de creatividad! Escribir nuestro nombre como “7he S7ronges7”, decir que 7up va a ser nuestro auspiciador, me tengo que reír. Además, ¿por qué me tendría que enojar con este equipo que tantas alegrías nos ha dado? ¿No es de grandes reírse de uno mismo? Y si algo ha demostrado este Tigre a lo largo de este tiempo, es que es un grande.
No, no voy a hablar de la típica: Cañada Strongest, Viloco, larga lista hasta hablar de nuestros 36 títulos históricos (sí gente, el fútbol no se inventó en 1977). Hay que ser primero hidalgos y felicitar a San José: les salió todo bien y nada que hacer, a veces un equipo pone un planteamiento que justo hace énfasis en tus debilidades, te meten un gol tempranero y de ahí comienza la debacle. Chapeau para los orureños y para Baldivieso, por mal que me caiga. Hasta le dije a un amigo Santo, hace tiempo, que si querían “copa” la cosa era llamarlo a él primero. Pero de ahí a que nos ardan 90 minutos después del trayecto de 3 años gloriosos que este equipo nos está regalando, hay una distancia.
Me voy a reír porque hemos ganado 4 de los últimos 5 campeonatos. Me voy a reír porque el último de esos cuatro se los sacamos de las manos al rival del frente, cuando la copa y las medallas ya estaban en el avión de su quijote. Ese 22 de diciembre, ya habían armado la tarima en Potosí para que cante Américo. Encima ahora se dan el lujo de molestarnos con el 7, ellos cuyo nombre ahora escribimos con 8. Tan fuerte nos hemos reído, que hasta un libro hemos sacado para dejar constancia. Me río además porque hicimos respetar nuestra casa en Copa Libertadores y llegamos a octavos después de muchos años. Salimos y lo festejamos y nadie nos quita lo bailado.
¿Por qué me voy a enojar con esta hinchada, una de las más fieles de Sudamérica a lo largo del año y no solo cuando hay Libertadores? Tampoco me molesta leer que ahora digan en las redes sociales “que se vaya este, que se quede este otro”. Primero a este grupo humano hay que agradecerle enormemente por su esfuerzo, después con la cabeza fría ya se verá quién quiere quedarse y quién debe irse. Después que vuelvan Gigena y Panicheli, si quieren, pero primero lo primero. Como dice el gran Papirri, “los que quieran irse son bienvenidos”.
¿Alguien se siente orgulloso de perder por cinco goles de diferencia? Yo no. ¿Alguien quiere bajarse del carro? Bienvenido. La derrota nos duele, pero a la larga nos hace más fuertes, y como dijo el Che Guevara, hay que endurecerse sin perder jamás la ternura. O como dijo el buen Jack Nicholson en el papel del Guasón: lo que vayas a hacer, hazlo con una sonrisa. Así que me río mil veces, me levanto y curo mis heridas. Felicidades al nuevo campeón, sea San José o Universitario, que cualquiera de los dos se lo merece. Y después del domingo a pensar en el Clausura 2014, porque Tigre herido es más peligroso.
The Strongest, levanta tu corazón. HUARIKASAYA KALAKATAYA, ¡HURRA HURRA!
