Está todo en vilo. El Gobierno de Chile estudia la posibilidad de renunciar a albergar el Rally Dakar 2015 que debiera pasar por territorio nacional luego del terremoto que afectó al norte del país hace una semana.
“Todavía están en evaluación muchas cosas”, indican en el Ministerio del Deporte. La emergencia en el Norte Grande ha demorado la recolección de toda la información que se requiere para confirmar el “sí” que esperan en Francia, señala el periódico El Mercurio de Chile.
La publicación agrega que el debate en el gobierno existe. Algunos funcionarios apuntan la inconveniencia de ratificar el Dakar, pues, habiendo otras necesidades que atender, Chile debe pagarles US$ 6 millones a los organizadores solo por el hecho de que la carrera pase por el país. Otros, en cambio, destacan lo valiosa que sería la inyección económica que suponen los días de campamento: cuatro días estaría la competencia en Iquique.
Una situación similar ocurrió en 2010. Después del 27-F, a Chile le tocaba ratificar su presencia en el Dakar, que por tercera vez iba a realizarse en Sudamérica.
Cabe recordar que el 2 de abril pasado, la empresa francesa ASO esperaba realizar el lanzamiento oficial del Dakar 2015 en Santiago. Sin embargo, el terremoto ocurrido el 1 de abril en Iquique (magnitud 8,2 Richter) y las fuerte réplicas obligaron a cambiar los planes.
Los organizadores de la prueba, que estaban en Santiago por esos días, se fueron de Chile sin haber rubricado el contrato definitivo para la realización de la competencia, aunque sí contaban con una “carta compromiso” de parte del gobierno.
En Bolivia, última estación de su gira de presentación, ASO ratificó el recorrido por Argentina, Chile y Bolivia, con un asterisco en el caso de nuestro país: “Estamos a la espera de confirmación por las autoridades chilenas”, decía Etienne Lavigne, director de la carrera.
La última edición costó US$ 8 millones
El costo del Dakar es el principal aspecto a considerar por parte del Gobierno. Por ello, en el Ministerio del Deporte esperan recabar la máxima cantidad de antecedentes para la decisión final, la cual incluso podría llegar a ser consultada directamente con la presidenta Michelle Bachelet.
Como referencia, la edición de la competencia disputada en enero pasado tuvo un costo total cercano a los 8 millones de dólares.
Dicho monto no es, en su totalidad, un pago directo a ASO, empresa que organiza la prueba. De ese total, US$ 5,6 millones salieron del entonces IND para “financiar los gastos operacionales de la carrera”, según explicó en noviembre del año pasado Gabriel Ruiz-Tagle.
El resto del dinero es lo que se gasta en la construcción de los campamentos por los que pasa la caravana, lo que se financia con platas que aportan los respectivos gobiernos regionales a través de proyectos de Sernatur.
El presupuesto del último Dakar, además, se vio incrementado por el hecho de albergar la meta y el podio de premiación de la competencia. Solo en Valparaíso se destinaron 728 millones de pesos a la organización del evento.
Esas cifras debieran ser menores en 2015, puesto que Chile solo armaría cuatro bivouacs: Copiapó, Antofagasta, Iquique y Calama.
Fuente: ANF