Óscar Soliz mostró sus credenciales como el mejor ciclista del país, y ganó la XX Vuelta a Cochabamba de Ciclismo, que culminó ayer con la disputa de la cuarta y última etapa, tras cinco días de competencia, que transcurrió en calles y avenidas de la ciudad, así como caminos y provincias del departamento.
El ciclista nacido en Santa Cruz, pero críado en Villazón, integrante del equipo cochabambino Pío Rico, hizo ayer una cuarta etapa inteligente: conservó la ventaja sacada en las tres etapas anteriores más el Prólogo, y acabó imponiéndose al cochabambino Gilver Zurita, que lo marcó de cerca pero quedó segundo.
La cuarta y última etapa fue ganada por Royner Navarro, también del equipo Pío Rico, pero esto no evitó que Soliz llegue al triunfo porque en la general empleó 7 horas, 49 minutos y 47 segundos, un tiempo inalcanzable para Zurita que paró el crono en 7 minutos 50 minutos y 19 segundos, pese al gran esfuerzo que realizó ayer.
INFARTANTE
La cuarta etapa encontró a Soliz puntero de la clasificación general con un tiempo de 6 horas 4 minutos y 20 segundos, acumulado en tres etapas y el Prólogo corrido el miércoles en el velódromo Edgar Cueto, de La Chimba.
Gilver Zurita, el tarateño integrante del equipo cochabambino Bicibol, contaba con 6 horas 4 minutos y 52 segundos, entre uno y otro una diferencia de 32 segundos (remontable).
Ante esta situación, como en el fútbol, el que tenía la obligación de atacar era Zurita, para tratar de recortar la ventaja de Soliz, mientras que éste debía cuidar el más de medio minuto de ventaja. Y así se pintó la competencia.
Tras un comienzo de pelotón en las primeras tres vueltas, Zurita se lanzó en fuga, pero este envión le duró sólo dos vueltas, porque el grupo lo absorvió y abortó su intento. A partir de ahí, Zurita pedaleó al ritmo de sus compañeros del pelotón, que hasta la mitad de la cuarta etapa, 20 vueltas a El Prado, no presentó mayores novedades.
Desde la vuelta 21 hasta la 30, la punta cambió constantemente de protagonistas, entre Piter Campero, Gilver Zurita, Lenin Zubieta, Royner Navarro o el mismo Óscar Soliz, pero sólo de manera esporádica, a manera de anunciar que estaba presente para cualquier eventualidad que pusiera en duda su triunfo.
En suma, el ciclista de Pío Rico controlaba al pelotón, pero especialmente a Zurita, sabedor de que el cochabambino podría intentar una nueva fuga.
Cosa que Zurita hizo al promediar la vuelta 35, por unos minutos pareció que iba a conseguir su propósito de escaparse en solitario, pero Navarro, a la postre ganador de la última etapa de ayer y Zubieta, entre otros, no se lo permitieron y de manera indirecta trabajaron en procura del triunfo de Soliz.
Con su último esfuerzo frustrado, Zurita se resignó a entrar entre el pelotón del medio, pero aseguró el segundo lugar.
Soliz se entremezcló entre sus rivales ocasiones y aunque no ganó la etapa de ayer, hizo los méritos necesarios para llevarse la Vuelta a Cochabamba.
Fuente: Los Tiempos
