Será un lujo para los casi 500 pilotos en motos y cuadras pasar del árido terreno norteño argentino al sur de Bolivia, dormir en Uyuni y despertar para atravesar con sus máquinas el océano blanco. Cambiar el “fesh fesh” del desierto, por la paz de atravesar el cielo a toda la velocidad posible.
Navegar con GPS en pantalla, y sin referencia física en el entorno, será un desafío nuevo para todos los participantes que pasen el punto medio de la carrera para despertar en Bolivia -por primera vez en la historia- Sentirán miedo de perderse en plena sensación de placer de admirar el infinito horizonte.
Así será el paso de las motos en Uyuni, que no quede duda -por primera vez desde 1979 que existe el Rally Dakar- se va enmudecer su logística, su maquinaria, habrá silencio. Ese silencio que se genera al ingresar al Salar, para embelesarse con el lugar, será el que marque la novedad en la versión 2014.
Definitivamente el paso del Dakar en Bolivia será un lujo para los que puedan correrlo y visitarlo por su labor, ya sea periodística o formando parte de los equipos de carrera, además de los casi 30 mil visitantes que se suman con turistas y amantes del Rally más famoso del mundo.
De repente las nubes se irán haciendo suelo, y el suelo se irá abriendo espacio en el cielo, para marcar el paso de la histórica etapa en la que el mundo, a través del Dakar, entrará al cielo a casi 200 Kms por hora.