Las deudas son los males que cada año complican el inicio de temporada. Este 2024 no es la excepción, solo 2 de los 17 clubes del 2023 están al día. Lo llamativo es que este problema perdura, pese a que en los últimos 3 años la Federación Boliviana de Fútbol ha recibido alrededor de 36 millones de dólares por derechos de televisación por parte de la empresa Telecel (Tigo). Es decir que más allá de que pueda faltar dinero, la administración pesa.
En los últimos años, Tigo prácticamente ha hecho una inyección económica en el fútbol boliviano, producto de una considerable escalada del precio de derechos de televisación. La FBF en conjunto con los clubes determinaron una distribución igualitaria, pero la administración del dinero de cada dirigencia ha posibilitado en pocos casos solventar sus gastos, aunque en la mayoría se han estirado los balances deficitarios.
La Federación Sindical de Futbolistas Profesionales de Bolivia (Fabol) en su reporte de control de deudas actualizado hasta el 8 de enero de 2024 detectó que solo The Strongest y Bolívar terminaron su gestión 2023 al día, el resto acabó debiendo desde sueldos hasta premios acordados.
Los peores casos son de los clubes descendidos. Según el informe de Fabol, Vaca Díez debe entre 3, 4 y 5 meses; Palmaflor, 4 meses; Libertad Gran Mamoré e Independiente, 3 y 4 meses; Oriente Petrolero, 3 meses; Royal Pari, 2 y 3 meses; Real Santa Cruz, 2 meses; Blooming, 1 y 2 meses. Los demás equipos rondan entre 1 a 3 meses con acuerdos de planes de pagos como es el caso de FC Universitario y otros que solo pagaron a algunos de sus jugadores.
El caso de Wilsterman, de acuerdo con Fabol, es el más especial. “A los que iniciaron desde principio de año, les quedaron el 30% de julio y 4 meses más de sueldos completos (agosto a noviembre). A algunos que tenían contrato desde gestiones pasadas les adeudan sueldos que llegar a sumar más de 11 meses”, señala el reporte del gremio de futbolistas sobre el Rojo.
Muestra de que la problemática es evidente, los mismos clubes de la División Problemas han propuesto una idea que ha sido aplicada en otros paises: el fair play financiero. Esta permite un control para que cada institución deportiva no gaste más de lo que tiene, eso evita que las dirigencias no tomen en cuenta dentro de su administración montos que todavía no han sido alcanzados.
