Hugo se siente muy bien rodeado, el primer paso dado en Paris no fue casualidad, es el mejor momento de su carrera, y quizás de su vida, con su esposa y pequeña hija a lado, ha logrado ganar por tercera vez en su carrera un partido de Grand Slam.
Pero se lo ve más solido y más maduro con su juego, en cancha y fuera del campo. Al derrotar a Dominic Thiem, el boliviano se acordó de la gente que lo acompaña en Paris, claro que hubo mensaje para su esposa y su pequeña hija, pero también saludó a una tribuna muy especial, sus compañeros de toda la vida.
A Paris viajaron sus amigos y compañeros desde Trinidad, pero los chicos no se fueron con las manos vacías, antes de emprender el viaje al Viejo Continente, decidieron que los chicos de la escuela del club de tenis de Trinidad, pongan arcilla del campo de juego que lo vio crecer para que lo acompañe por donde vaya.
Hugo dijo al terminar el partido un “Gracias a mis amigos y compañeros que vinieron desde Bolivia”, y hacía referencia a ellos.