Desde que llegó al Tigre a principio de año no se notaba tanto la influencia de Fernando Saucedo en el juego, aunque de a poco venía tomando las riendas de la generación de juego desde que tomó su posición natural como volante central en el campo.
En la Copa Libertadores, Cristian Díaz decidió relegar a Wayar a la banda, pero ese puesto lo utilizaba con Yvo Calleros, hasta que decidió poner a Saucedo como volante central y el impacto fue grande, dos asistencias, y participación directa en cuatro de los cinco goles, hacen que se redondee un partido excepcional para el 21 del Tigre.
Saucedo metió los dos centros en los goles de Triverio, también puso la pelota al área en el gol de Prost, que fue el segundo toque luego de la asistencia de Saucedo a Triverio de del argentino a su compatriota, y encima sacó el remate al arco en el quinto, que fue apenas desviado por Erick para cambiar la trayectoria, y le robó el gol en la planilla al jugador que más lo merecía en la noche soñada del Tigre.
Según los números fríos de 365scores, Fernando Saucedo, probó cuatro remates al arco, tres fueron detenidos por Bento, tuvo el 93% de presición en pases, y el 100% de efectividad en pases largos, cinco de cinco. No perdió ni una posesión de balón y tampoco cometió faltas.
En términos, no numéricos, el partido de Fernando Saucedo, ha sido excelente, la gran clave destrás de la histórica goleada del Tigre al Athletico Paranaense.