Pese a las posibilidades remotas que se manejaban previo al partido, Bolivia terminó de enterrar todo sueño mundialista en casa. El frío en La Paz completó ese escenario triste y desolador; el calor solo lo tuvo una minoría, los chilenos.
Ya antes del encuentro la imagen local se veía afectada por el mal estado del campo de juego ante las constantes lluvias. Eso produjo que el juego se retrase media hora. Los encargados del mantenimiento del estadio tuvieron que usar cualquier herramienta para apartar el agua, pues pareció que el trabajo en el sistema de drenaje fuera inexistente.
Esa situación tuvo consecuencias en el plantel. Fríos como el clima los jugadores no se encontraban en el primer tiempo. Alexis Sánchez puso en evidencia ese aspecto al sorprender con un soberbio tiro libre a los 14 minutos. La Verde salvó la etapa inicial aprovechando su única opción. Arce mandó un centro y Enoumba de cabeza devolvió la alegría a los bolivianos.
El complemento mostrabaja una mejoría local. Al cumplirse la hora, tres cambios de César Farías ilusionaban a la afición con una posible remontada. Un remate de Ramiro y un cabezazo de Enoumba encendían a todos. Sin embargo, en el último cuarto de hora se apagaron las luces. Núñez hizo la diferencia. Para rematar, Sánchez se mandó otra genialidad dejando mal parado a Lampe para dejar en la oscuridad a Bolivia.
Algunos jugadores vieron la luz. Por eso, antes de cumplirse el tiempo reglamentario apareció el goleador, Marcelo Martins. Su cabezazo encaminó a un intenso final. Tal y como la premisa previa, fue a matar o morir. El tiempo y las ideas no alcanzaron; Chile ganó y seguirá en pelea por un cupo a Catar, Bolivia perdió el partido y toda oportunidad de clasificación. Un afectado Hernando Siles por el clima y el resultado vio cómo La Verde puso bajo tierra su propio sueño.
